¿Luna, por qué me agitas? Te mueves dentro de mí y me dueles. Te apoderas de mis palabras e inhibes todo mi control. Conviertes en ironía todos mis temores y eliminas el freno de mi razón.
“¡Estoy harta, paso de ti!”
¿Me detengo o sigo?… si me detengo, tengo que pedir perdón por algo que no es mi culpa… maldita luna.
…Sigo.
“¿Quién se ocupa de mí, quién me escucha?” La luna… pero hoy no estás, sólo te dejas sentir roja dentro de mí…
¡Cállate! ¡No llores!... pero, se me corta la voz…
eso está bien…
es la rabia. Maldita luna…
“¿Bromas? ¿Por qué todo son bromas? ¡Luna, si no estás nadie me entiende! ¡Vuelve luna que me duele!
Pero si vuelves no tengo con quién compartirte… me llenas demasiado, me sales por los poros, húmeda, lacrimosa, latente. ¡Vete a molestar a otro! Cuando creces crezco contigo, cuando desapareces… te me metes dentro y, si no te comparto, sólo sé llorarte. ¿Por qué tengo tanta agua dentro, si el cangrejo es de la tierra? Tus mareas me ahogan. Por esto te echo fuera y contigo se va todo bicho hiriente.
“¡No puedo más, si sigo así me volveré loca!” realmente es que me confundo… luna, por favor no dejes que me confunda. No me dejes, que cuando no estás se me olvida dónde estoy… dónde estás.
"Un beso..."
“No… ¡Dos besos!” ¡qué besos ni besos! ¡Ponte pa’ tu número!
Luna, aléjalo de mí…
...Que ni en secreto se te olvide.
