viernes, 23 de mayo de 2008

Una Cosquillita...

Pido disculpas por haberme ausentado tanto de mis margaritas. Pero aquí hay algo que llevaba escrito hace días y pensaba que necesitaba completarse, pero al leerlo hoy me di cuenta que está justo donde tiene que estar.

Hace días que no me paraba a pensar en los hombres, que no me preguntaba por qué no me habían llamado, que no me hundía en mi supuesta mísera soltería. Ayer, precisamente, me di cuenta del porqué. Últimamente tengo quinientas cosas en que pensar y ninguna de ellas tiene que ver con las superficialidades y banalidades masculinas. Estoy buscando piso, compañeros de piso que quieran pagar lo que cuestan los apartamentos decentes, tenía que hacer la compra, lavar la ropa, ir al círculo, instalarme en el despacho y, por si fuera poco, estoy en medio de la redacción de la propuesta para el proyecto de investigación de mi Doctorado. ¿Dónde deja esta larga lista de prioridades a los hombres? Antes, ignoraba mi trabajo y obligaciones elucubrando realidades y repasando pasados, pero ahora están a la cola de un largo proyecto de vida que, al parecer, no los incluye. No estoy hablando de que he cortado relación con mis amigos, me refiero a los pensamientos que antes me hacían perder tanto tiempo en barajar posibilidades de relaciones romántico-afectuosas con posibles candidatos; los cuales estaban, en su mayoría, idealizados. And then life hit me!

Me pregunto si de veras han caído en mi escala de prioridades o si son como un dolor migratorio que siempre tienes pero, según la temporada, te duele más o menos; que pasan de ser dolor a una cosquillita aquí en el costa’o… Y como cualquier cosquillita, con el tiempo, logras domarla y decidir cuándo reírte o no, decides si le haces caso o no, en fin, es UNO quien decide si se distrae o no.

Una foto vale más que mil palabras...