martes, 7 de junio de 2011

Plaza España de Sevilla: {Diana y Omar}

Pues sí, nos fuimos cámara en mano a tomarnos fotos en uno de los lugares más impresionantes en los que he estado: La Plaza de España de Sevilla. Omar vino a Sevilla de paseo y a ayudarme con mis motetes de camino de vuelta a Puerto Rico. Dos semanas mágicas en las que una historia de amor que empezó en Margaritas Lunáticas se convirtió en Pixerela.

Conocí la plaza la primera vez que fui a estudiar a Sevilla en 2003 cuando tuve que ir a formalizar los papeles de mi visado de estudiante de intercambio. Tenía 19 años y hablaba un español boricua que me temo que no recuperaré después de casi 8 años de relación con Andalucía. Eso sí, no se piensen que en las tierras del sur se habla como en TVE, los hablares son ascendentes y parecidos a los caribeños. El resultado, mi español parece canario.

Desde noviembre de ese año la plaza ha estado en renovación; le drenaron el agua, remodelaron sus estancias y restauraron sus azulejos. Para principios de este año, y después de muchas tapias y etapas, se lució renovada y espectacular con los canales llenos de barcas que pasean tanto a sevillanos como a turistas. Los pasillos siguen llenos de personas que van de paso a buscar nuevas vidas en España, a estudiar o a trabajar en tierras andaluzas. Entre turistas y golondrinas se pasean los papeles que tanto abruman al extranjero.

Ahora en 2011 pude disfrutar de la plaza en calidad de residente de Sevilla. Está ceriquita de mi barrio, el Porvenir. Éste fue por todos los años que viví allí mi hogar; con el Parque María Luisa y la Plaza de España como patio. Cada persona que me visitó y fue a ver la plaza se quedaba maravillado, “parece de película” dijo mi hermano Reinaldo. De hecho allí filmaron Episode One de Star Wars como Naboo. La princesa Amidala bajaba las escaleras de la Capitanía de Sevilla: otro planeta.

La plaza la construyeron como pabellón de España en la Exposición Universal del 1929, toda la zona está llena de pabellones: Uruguay, México, Brasil, Chile… hasta el Casino de la Exposición, rodean el Parque y la plaza. Paola y yo, cuando corría con ella, llegábamos hasta la herradura a ejercitarnos en el frío de los eneros y febreros sevillanos. Es un lugar de encanto que me acompañó todos los días de camino a la universidad cuando me daba el paseo por el parque hasta mi oficina en la Real Fábrica de Tabacos, edificio que alberga las facultades de Historia y Filología en pleno centro de Sevilla.

En honor a mi partida de Sevilla y a mi nueva vida en Puerto Rico junto a Omar quise que La Plaza de España fuera el marco que adornara un “love story”. En cambio pude aprender de él viendo cómo me tomaba fotos y luego tomándole yo fotos a él. Finalmente estamos juntos y me puede enseñar a retratar así de bonito. Después de todo un día recogiendo, haciendo maletas y guardando 5 años de cosas en cajas, salimos de paseo a la plaza. Eran las 8:30 de la tarde para aprovechar una iluminación privilegiada de la plaza y un atardecer que jamás olvidaremos.







Una foto vale más que mil palabras...