viernes, 4 de noviembre de 2011

De cervezas, distancias y muchos tonos de gris...

"Si Aristóteles hubiera guisado, mucho más hubiera escrito." Sor Juana Inés de la Cruz



Foto por Diana M

   La vida contemplativa puede ser llamativa para aquel que desee mirar desde la ventana lo bien o lo mal que va el mundo, pasar juicio y sentirse que está por encima de todos los que laboramos como pequeñas hormiguitas en su hormigario. Aristóteles mismo consideraba que era sólo mediante la vida contemplativa que uno podía adquirir la eudaimonía o felicidad -eso me enseñaron en la UPR y es algo que jamás olvidaré por encontrarlo un poco absurdo; observar, no vivir, para ser feliz viviendo. Esto, que para mí es una paradoja, se me ha presentado últimamente en mi propia vida como un reto: pensar en cómo deberían ser las cosas para adquirir la felicidad versus vivir las cosas según vengan y ser feliz. Tanta conversación de medios y fines últimos deja confundido a cualquiera y el instinto nos puede llevar a un estado casi de ermitañismo social en donde corremos el riesgo de alienarnos, enfriarnos y quedar hechos una pseudo piedra angular del "ser feliz según yo". 
  
   De más está decir que todo lo anterior es un extremo de una fina línea entre el blanco y el negro donde en milímetros infinitos se esconden muchos tonos de gris. ¿Qué quiero de la vida? ¿De mi trabajo? ¿De mi pareja? ¿De mi familia? ¿Para mi futuro? ... Y todo está estupendo mientras eres sólo un cerebro entrenado para pensar, sentirse culpable y pedir perdón en un confesionario de donde sales flotando en el éxtasis que de da el alma perdonada. Luego es que viene lo bueno... la distancia se sobrevive con cervezas. En la distancia acogedora que brinda una relación intelectual con la vida, con las personas, hay tiempo para racionalizar las cosas, para pensar antes de actuar y para siempre decir lo correcto. Mientras uno se entretiene y fomenta la reflexión con elixires socialmente aceptados para la evasión como la cerveza y uno que otro chupito, cubata o copa de vino o sangría. Cuando, por la razón que sea la mente contemplativa que ha disfrutado de un estado de paz individualista se enfrenta a compartir su tiempo, sus pensamientos más preciados y su mayor tesoro, el cuerpo que habita puede que haya luchas, roces y fricciones que caldeen mucho más que los ánimos: alteran las palpitaciones constantes de las corrientes nerviosas que antes estaban tan en sincronía... Ahhh pero las armonías son hermosas. 
   
   Como algunos sabrán canto, o digo que canto, me encanta cantar, cacarear, me cautiva tanto que cuando canto contadas canciones siento de un cantazo un lagrimeo instantáneo bajo la nariz que, a cuenta gotas, cae caliente por mi traquea quemando mi cuarta costilla, detrás del esternón. Y me pides -pido- en tu sordo grito -caricia- que pida -dé- en verdad. / Donde mueren -morimos- miles -nosotros- por la guerra -nuestra guerra- que reine la paz -el amor-. Canciones que me llevan a momentos en mi vida donde me entretenía en tejer telarañas sobre el corazón creyendo que lo preparaba para querer cuando lo que hacía era creerme sabia e inmune. Ahora que está tiernecito y lleno aprendo que no hay esquema que no se pueda romper y que es mejor construirlos juntos todos que acomodar a otros en donde ni nosotros cabemos. Las armonías que se consiguen en una coral, con los años, son las más hermosas, las más sentidas y de las que uno está orgulloso pues la total sincronía de una sola voz es fácil y plana... la sincronía armónica de altos y bajos, hombres y mujeres, padres e hijos, esposos y esposas, novios y novias... le dan calidez a una letra viva salida del papel sangrante, de unos acordes enredados y de unas gargantas ¿felices? pues sí, ¡felices! 

Foto por Diana M
   Cantar, enseñar, amar, llorar, sufrir, ir a la playa, tener 8 hermanos y un sobrino, leer, coger clase, estar en talleres, tomar fotos, mirar a través de la lente, se presentan como los colores infinitos de una acuarela con la que puedo pintar mis textos y llevo demasiado sin hacerlo... así como cuando uno deja que se mezclen las plasticinas y al final acaban con un color marrón caca con el que no sabemos qué hacer. En mi caso, aún puedo desenredar los colores e ir sacando de dentro del mármol frío la beta increíble de la humanidad entera pasada por mi pluma. Del bronce severo que con el tiempo se ve mejor, más turquesa, de un Pensador contemplativo y aristotélico quiero llegar al mármol helado y terso de las estatuas en movimiento y pasión que desvelan de dentro de un bloque de hielo la delicadeza de una caricia que no llega a completarse en un puño amoroso.


Foto por Diana M
 Quiero llegar al abrazo de dos cuerpos calientes que se desdibuja como única opción de la piedra rectangular en la que Rodin vio su destino real. Cuerpos, mentes, esquemas que aún en piedra consiguen unirse en un beso desenfadado, natural y desafiante. Quitarme el casco, perdón, el sombrero, ante la vida que delante de mis ojos me lo ha dado todo y yo lo encasillé en un edificio inhabitable por el que la cal se cuela desde el tejado y daña sus cimientos taladrándome la bola de cristal en la que guardé mi corazón cual bestia que guarda la rosa hechizada para verla marchitarse y deshojando todo cuanto pasa por su vida, prejuiciada ante su propio reflejo escribiendo en sangre: "Yo, la peor de todas"... y todo porque ya había escrito el guión de un monólogo intraducible a dueto. ¡Qué ganas de escribir el dueto acompañada!... antes de tener que escribir un duelo. Será que se podrá, que podré, que podremos escribirlo juntos sin directrices de guionista de hollywood: "mirada penetrante", "abrazo profundo", "beso de película", "suspiro"... suspiro, palpitaciones, sudor, lágrimas... lágrimas alegres, carcajadas, cosquillas, salsas, olas, fotos, foto, foto, foto. 
Foto por Diana M
    No en balde el pensador es de un negro azabache y brilloso que refleja lo opaca que está su mente contemplativa, lo enredados que están sus pensamientos y lo oscura que se ha vuelto su alma consternada por yoqueséqué. Para todos aquellos que no somos estatuas ni personajes de cuentos de hadas a lo Disney  -sí porque los de los hermanos Grimm eran mucho más humanos- que nos gusta cantar llorando, llorar cantando, bailar sudando y sudar cantando lo que bailamos, nuestras pieles se tornan relucientes, tanto así que son transparentes... nuestros ojos guardan el brillo del mármol del que fuimos esculpidos porque el Maestro, el Artista, con su cincel inicial, indice, pincel, nos encendió por dentro una llama que irradia eternamente y debe contagiar a todo aquel que se nos acerque. Llama que no se enfría aún cuando caen chubascos y borrascas, ni aún cuando cae granizo con la fuerza que sólo éste tiene. Es nuestra naturaleza, mantener la llama encendida aún así sea un poquito, lo justo para iluminar nuestro camino más allá de nuestros propios pies.

martes, 7 de junio de 2011

Plaza España de Sevilla: {Diana y Omar}

Pues sí, nos fuimos cámara en mano a tomarnos fotos en uno de los lugares más impresionantes en los que he estado: La Plaza de España de Sevilla. Omar vino a Sevilla de paseo y a ayudarme con mis motetes de camino de vuelta a Puerto Rico. Dos semanas mágicas en las que una historia de amor que empezó en Margaritas Lunáticas se convirtió en Pixerela.

Conocí la plaza la primera vez que fui a estudiar a Sevilla en 2003 cuando tuve que ir a formalizar los papeles de mi visado de estudiante de intercambio. Tenía 19 años y hablaba un español boricua que me temo que no recuperaré después de casi 8 años de relación con Andalucía. Eso sí, no se piensen que en las tierras del sur se habla como en TVE, los hablares son ascendentes y parecidos a los caribeños. El resultado, mi español parece canario.

Desde noviembre de ese año la plaza ha estado en renovación; le drenaron el agua, remodelaron sus estancias y restauraron sus azulejos. Para principios de este año, y después de muchas tapias y etapas, se lució renovada y espectacular con los canales llenos de barcas que pasean tanto a sevillanos como a turistas. Los pasillos siguen llenos de personas que van de paso a buscar nuevas vidas en España, a estudiar o a trabajar en tierras andaluzas. Entre turistas y golondrinas se pasean los papeles que tanto abruman al extranjero.

Ahora en 2011 pude disfrutar de la plaza en calidad de residente de Sevilla. Está ceriquita de mi barrio, el Porvenir. Éste fue por todos los años que viví allí mi hogar; con el Parque María Luisa y la Plaza de España como patio. Cada persona que me visitó y fue a ver la plaza se quedaba maravillado, “parece de película” dijo mi hermano Reinaldo. De hecho allí filmaron Episode One de Star Wars como Naboo. La princesa Amidala bajaba las escaleras de la Capitanía de Sevilla: otro planeta.

La plaza la construyeron como pabellón de España en la Exposición Universal del 1929, toda la zona está llena de pabellones: Uruguay, México, Brasil, Chile… hasta el Casino de la Exposición, rodean el Parque y la plaza. Paola y yo, cuando corría con ella, llegábamos hasta la herradura a ejercitarnos en el frío de los eneros y febreros sevillanos. Es un lugar de encanto que me acompañó todos los días de camino a la universidad cuando me daba el paseo por el parque hasta mi oficina en la Real Fábrica de Tabacos, edificio que alberga las facultades de Historia y Filología en pleno centro de Sevilla.

En honor a mi partida de Sevilla y a mi nueva vida en Puerto Rico junto a Omar quise que La Plaza de España fuera el marco que adornara un “love story”. En cambio pude aprender de él viendo cómo me tomaba fotos y luego tomándole yo fotos a él. Finalmente estamos juntos y me puede enseñar a retratar así de bonito. Después de todo un día recogiendo, haciendo maletas y guardando 5 años de cosas en cajas, salimos de paseo a la plaza. Eran las 8:30 de la tarde para aprovechar una iluminación privilegiada de la plaza y un atardecer que jamás olvidaremos.







sábado, 19 de marzo de 2011

Luna para los lunáticos

Foto de Diana M.

Con el corazón pero nunca sólo con el corazón

Hoy resulta que la Luna se encuentra lo más cerca de la Tierra que ha estado en 18 años y desde mi ventana en Sevilla se ve grandiosa. Desde la ventana de este cuarto de alquiler, mi habitáculo, se ven muchas cosas... Desde mi ventana veo mi futuro en esa Luna que todos, hoy, miramos con mayor asombro. 

No sé si porque soy Cáncer o porque la Luna está tan cerca... el astro más cerca... siempre... le tengo especial cariño. Vamos, hasta mi cuerpo le cogió cariño cuando decidió alinear fielmente, al dedillo, mi ciclo con el suyo... no en balde son nueve lunas, pues mi cuerpo es tan cuadriculado que tiene que ir a la par... cuando no hay Luna lloro, cuando la hay aúllo. Sólo con los incesantes viajes transatlánticos que ha sufrido mi pelvis, cuna de nuestra luna -sí, porque es mujer-, se ha desfasado y estoy convencida de que hoy está tan cerca que le ha dado un vuelco y ha regresado a su ritmo habitual. Cinco años de desfase y mi cuerpo me está diciendo que todo tiene su final y que mi círculo desfasado se está cerrando con esta tesis que llevo pariendo desde verano y que mes a mes va sangrando mis entrañas y mis neuronas. Cinco años de quiropráctico no han podido ajustar mi organismo, para ello me tengo que superar y llegar a lo más que puedo ser: Doctora. Mis muñecas están totalmente dilatadas en pleno parto, página a página se va quemando la retina tras estos espejuelos. 

Sólo hay un único problema: la vida después de la tesis se está colando velozmente por mi ventana directamente desde el Caribe y el tiempo apremia. Me estoy dejando distraer por cosas que llegarán pero que si no cierro el círculo a tiempo llegarán más tarde. Todo por lo que he rezado lo tengo y parece que no he rezado lo suficiente por la concentración. Estoy luchando con una mente dispersa, un clima que mejora cada día y un amor que cada vez se hace más grande. Día a día escribo, leo, corrijo y me debo a mi tesis porque sin ella no habría blog, Sevilla, o estos cinco años que se van cerrando en torno a ella. Los nervios del parto son horribles, me entran contracciones en el pecho y en el lado izquierdo de la cadera cuando trato de explicar una fonda... cuando trato de explicar la atracción de los puertorriqueños al culo de Iris Chacón... cuando trato de explicar la multitud boricua en Llórens... cuando me rindo y comento que en Puerto Rico no hay definición y sólo se pueden describir nuestras poses, nuestras aversiones a lo permanente, nuestra consistencia en la transitoriedad de nuestro status y cómo todo eso nos hace más caribeños que estadounidenses... "pero si tu eres gringa" ... y me hierve la sangre.

Por mi ventana se puede ver la Luna que se ve en el Caribe y la Luna que miraré desde allá cuando todo esto acabe. Si ella mirara dentro de mi habitación me vería de espaldas, escribiendo en un ordenador casi todo el día... de espaldas a la ventana porque no soy lo suficientemente fuerte como para estudiar mirando cómo le crecen las hojas a los árboles en primavera. En Oxford sí que podía estar en la ventana... pero es que allí estaba el radiador y afuera hacía tal mal tiempo que me apiadaba de los que caminaban por St. Giles mientras los miraba desde mi atalaya en la Taylorian, desde la mesa de la que me apoderé para escribir el primer capítulo de mi tesis... un capítulo anglosajón, oxoniano, directo al punto. Si la Luna mirara desde mi ventana a lo largo del día me vería dormir, casi siempre demasiado, me vería en la cama desde la que la miro -porque puse mi cama justo en la ventana- descansando la cadera de la posición en la que estoy casi todo el día. Casi todo el día frente a la computadora que se llena cada vez más de cosas que no son tesis y sí son vida, mi vida, la que me espera pero que ya no tiene paciencia de esperarme y se quiere colar. BASTA, la tengo que detener para poder explicar a mi Puerto Rico de una vez por todas en ese tribunal europeo que me dará el título europeo que exportaré al territorio no incorporado que es nuestra isla... nuestra isla, que me atrevo a decir, quisiera jamás se incorporara porque es nuestro deber mantenernos eso... Isleños que no Insularistas. Isleños del Caliente Caribe que nos baña por el Sur y al que le debemos nuestro SER y nuestro Ay Bendito.

Me viene a la cabeza un jingle de la compañía de turismo "La isla me está llamando, vamos a celebrar" creado para que visitáramos y conociéramos nuestra pequeña isla. Que fuéramos de turismo interno a "la isla"... que para algunos se queda grande al darnos cuenta de todo lo que no hemos visto, probado, sentido de ella.... ¿pero, no estábamos ya en ella? La misma compañía de turismo que en mi adolescencia tiró ese eslogan, en 2010 se corrigió al ver que no somo sólo "la isla" vs. "el área metro"... a ver, si somos sólo unos escasos 9000 kilómetros cuadrados ¿en dónde cabe esa distinción? Bueno, al caso... resulta que a pesar de ser de San Juan (Cupey para ser exacta) siempre me pareció rara esa diferencia, no sé si por mi enseñanza Montessori o mi liberal desarrollo crítico UHSiano, pero jamás olvidaré los materiales del salón de Delia en la elemental de Casa Montessori del Niño en los que echábamos agua para aprender qué era un archipiélago, un istmo, una península, etc...  Así fue que aprendí que Puerto Rico ES un archipiélago. A Turismo le tocó llegar a segundo grado de primaria ahora, en el siglo XXI, para hacer de nuestra propaganda: "Las Islas de Puerto Rico" / "The Islands of Puerto Rico" pintada en un despolitizado amarillito de lo más mono. Con razón mi madre está convencida de que si pasas por el salón de Delia ya estás listo para ir a la universidad, definitivamente allí aprendí muchas más cosas además de las efes cursivas que siempre me han gustado tanto. 

¿Dónde dejará eso a nuestros Ministros de Turismo? Ay, ¡verdad es! No tenemos Ministerio de Turismo porque para eso tendríamos que desterritorializarnos y en el Department of Commerce donde está la Oficina de Turismo pues es que Puerto Rico es sólo eso... un destino turístico para americanos que no necesitan pasaporte para visitarnos. "Go to Puerto Rico" lee otro de los eslóganes "United States Passport not needed" dice en www.seepuertorico.com. Claro, porque hay que ver a Puerto Rico, como si fuera el Gran Cañón o las Cataratas. Y muchos estadounidenses se preguntarán qué arreglo habrá para no necesitar pasaporte para ir a Puerto Rico y el porqué de tanto papeleo para ir a Cuba... Eso es así, "Puerto Rico does it better"... Puerto Rico sin Ministros, con Hacienda para servirle y que nos sirve en bandeja la burocracia. Al menos, si no tenemos ministros, ni en Hacienda, nadie tiene que servir, el verdadero mandatario sirve... para que funcione tiene que servir a su pueblo y para ello están los ministerios, del latín ministerium: servicio. Total, es que en Puerto Rico, cada "servidor público" tiene su propio "pueblo" y nadie tiene claro a quién es que hay que servir. 

Claro, ¡Puerto Rico lo hace mejor! Y a ese Puerto Rico cada vez más confundido y disparatado es que al parto y estoy pariendo... y ese Puerto Rico que tan bien lo hace es el que me llama para regresar más consciente de quién soy, cómo soy y de lo que quiero ser. Tuve la oportunidad de crecer, en el buen sentido de la palabra, fuera de las islas... algunas veces con un pie y medio cerebro allá, otras con todo mi cuerpo y alma aquí y ahora que me dejé el corazón allí lo necesito por momentos para terminar de parir. Para completar las últimas dos lunas que me quedan antes de desesperar ante la era que está pariendo este corazón. Ya lo dijo Silvio en el 67... año en el que Macondo ve la luz:

Le he preguntado a mi sombra
a ver como ando para reírme,
mientras el llanto, con voz de templo,
rompe en la sala regando el tiempo.

Mi sombra dice que reírse
es ver los llantos como mi llanto,
y me he callado, desesperado
y escucho entonces: la tierra llora.

La era está pariendo un corazón,
no puede más, se muere de dolor
y hay que acudir corriendo
pues se cae el porvenir
en cualquier selva del mundo,
en cualquier calle.

Debo dejar la casa y el sillón,
la madre vive hasta que muere el sol,
y hay que quemar el cielo
si es preciso, por vivir.
Por cualquier hombre del mundo,
por cualquier casa

 El espanto que vive Puerto Rico es de locos y lunáticos... un espanto privado, nuestro, poco televisado fuera de los lindes  del archipiélago, escondido entre el llanto y el encanto, me hace querer volver con todo lo que aprendí y desaprendí porque allí es que tengo mi lugar. 

lunes, 14 de febrero de 2011

#confieso


a Omar

Después de tanto escuchar a Michael Bublé y sobrevivirlo gracias a que "I haven't met you yet" me servía de esperanza, ahora lo puedo escuchar completo. Imagínense cómo lo pasaba cuando aún no se había escrito esa canción y salía "For once in my life". Gracias a eso encontré regocijo en mis almas gemelas: mis amigas. Edmaris y yo hemos tenido momentos románticos al pie de un piano de cola, vestidas de largo cantando "The way you look tonight", o durmiendo en NYC los últimos minutos de la mañana compartiendo headphones antes de salir a pasear por la gran manzana, listas para comernos el mundo. Paola y yo en nuestra casa de Sevilla nos hemos acurrucado en el sofá viendo lo que sea que hubiera en la tele, resguardándonos del frío. Mis hermanas y yo hemos salseado y aquí bachateado con amigas. Mi amiga Patricia aprendió a cuidar nenes en casa y luego yo en su casa tuve en mis manos a su hija recién nacida. Hanna y yo fuimos las hermanas gemelas de madres amigas del alma que nos reconocemos llueve, truene o ventee. Todas me acompañaron en desamores y se aliaron a mis furias, frustraciones y cansancios académicos. Finalmente, Sophie y yo fuimos a ver a Michael Bublé en Madrid para cerrar el ciclo con sus palabras: "Yo escribí esta canción para los solteros". Yo estaba sola pero ya con el "ojo" echado en un chico que me vio primero desde dentro hacia afuera. Quién me iba a decir que estas páginas iban a conducirme al amor... que cada entrada al blog iba a ser un capítulo nuevo en lo que fuera a ser mi vida. Ahora las canciones de Sinatra, de ese mágico New York, New York, contaran mi historia también.

Es como cuando tienes full access a los canales de cable; no sólo a los del desamor, porque -claro- todos hemos vivido el desamor. El amor sólo se vive en presente del indicativo y para los más afortunados en sudoroso gerundio. Las formas absolutas del verbo en presente tienen hasta un toque divino del Ser, así como Dios sólo es, el amor también vive en un instante de presente progresivo que sólo va hacia adelante para mantener su estatus de vigencia perenne. De la misma manera que soy en el tiempo y el espacio y eso me hace crecer, envejecer y aprender... el amor no se puede quedar quieto -eso lo haría caer en el pasado, en desuso- tiene que avanzar en simbiosis junto con los seres que une.

Para el amor hay que poner mucho en la mesa, dar más y, aún más importante, estar dispuesto a dar lo que vale. Creo que mi camino me enseñó primero lo que no quiero... luego me hizo ver en las mujeres y hombres de mi vida los ejemplos a seguir y así me dio la seguridad de que la felicidad existe en todas las modalidades: sola, acompañada, con amigos, con hermanos, con novios, en primeras citas, en fiestas sin plus one y poder retornar a casa, tirarme en mi cama twin, arroparme yo solita y poder decirme con la profunda alegría del cansancio "qué rico! mi camita". El tiempo me ha hecho cada vez más autónoma y de esa manera me ha hecho más compatible y apta para compartir mi vida, porque es mía propia; tan mía que no soporto ni un ruido en mi habitación antes de dormirme... después se puede caer el mundo a mi alrededor. Con ese cuero duro, una noche compartí cama con mis padres -dos camas dobles que estaban pegadas en un hotel de 5 estrellas en Cascais, Portugal-.

-Mi padre: "ay bendito, ¡otra vez! como cuando eras chiquita y te metías en nuestro cuarto".

-Yo: "ay papi por favor, yo vivo al otro lado del Atlántico, ¡ahora te toca estar conmigo las 24 horas! Pero échate para allá, Mami, que no puedo bregar con que me toquen mientras duermo... yo no sé cómo voy a hacer cuando me case. Espero estar tan enamorada que no me importe. A veces pienso que esa será la clave, que todas mis manías se disipen".

-Mami: "jajaja eso es lo que pasa cuando uno se casa viejo."

Sí, eso dijo, gracias. Pues sí, será lo que pasa cuando uno se casa viejo... yo ya he vivido sola desde los 19 años, sola y en España... el periodo que viví en casa de vuelta -mis 20 a 22- ya estaban velados por mi estancia de un año fuera del país. Luego, a mi regreso a España, soy autónoma desde afuera primero, y me ha tomado los 5 años de doctorado en hacerme autónoma por dentro... nadie nunca dijo que fuera fácil. Una montaña rusa de 5 años que va culminando en la cuesta más empinada llamada TESIS pero que tiene un final, un respiro antes de volver a caer en picada a una cuesta nueva de un ride distinto y, esta vez, en el asiento de al lado hay alguien. Ni falta que hace mencionar todos los amigos que se han montado detrás que se irán conmigo en el recuerdo y experiencia de haber vivido todos los pasos, loops, free falls, curvas y subidas de este extenso paseo por la independencia. Gracias también toca dar a mis padres que, aunque desde lejos, siempre han estado ahí para mí y han hecho el camino más llevadero en los momentos más duros y con los que he compartido los momentos más dulces de él.

Acabo de ver en la tele, con razón de ser el día de San Valentín, que en una revista decía que los hombres se enamoran en 8,2 segundos... no sé yo cuánto le tomó enamorarse de mí... cuántas palabras de este blog tuvo que leer, ni cuantas conversaciones le tomó para verme hecha palabras sin verme en tres dimensiones, pero todos los días doy gracias a Dios por todos los eventos que llevaron a la construcción de este espacio que me condujo sin saber y con el tiempo a la realización de otro de mis sueños... que el amor me encontrara. Me he tenido que tragar los cuentos de mi mamá que me decía: "pues una amiga me contó que su hija -que se fue a ______ a estudiar- conoció a fulano mientras tenía otro novio y luego se enamoraron y se casaron y fueron felices para siempre..." y yo me enfurecía y le decía: "ay Mami, no me cuentes historias porque eso no es así para todos, porque después me lo creo... qué vas a saber tú si papi y tú vivieron un sueño de película... de los de verdad... es que eso de salir... el dating es horrible, ugh...." y así sucesivamente rellenando los blancos con más y más historias de amor que no me quería creer porque a mí no me tocaría. Yo estaba segura y contenta con la idea de que en España ya con billete de regreso a Borinquen, terminaría mi tesis y me buscaría un trabajo bien chévere en Puerto Rico, me compraría un carro y me mudaría sola a un bachelorette pad de lo más nice... y entonces igual me buscaba algo... supuse que tendría que currármelo, como he hecho con todo en mi vida... sudarlo, ganármelo...

...Hasta que un día leí esto en twitter: "#confieso que tengo un #blogcrush con margaritaslunaticas.blogspot.com" and my heart skipped a beat y me dio calor y me sonrojé por primera vez en años, y me empece a reír y se lo enseñe a Paola y a Álvaro y se me olvidó cómo escribir y no sabía organizar mis pensamientos y no me lo quería creer. No quería pensar que en ese sitio en el que estaba todo sobre mí, donde mi alter ego estaba altamente calculado para expresar elocuentemente mis alegrías, penas, fantasías, quejas, rabietas transformadas en acusaciones pasadas por la retórica, donde mi espiritualidad estaba explicada desde el principio, donde mis mayores espantapájaros se exhibían como los peones que me defendían de los caballeros andantes de triste figura y talante débil...

Yo miraba el BlackBerry y lo releía y no sabía qué hacer... Edmaris me dijo: "dale las gracias", algo tan sencillo como las gracias y yo que caí en un cuento de hadas del siglo XXI y sólo quería decirle "You got me at #confieso". Y yo que tenía que pelear con las maripositas que saltaban en mi vientre cada vez que encontraba un quote mío, "Qué chula esa frase... a Dios... pero si es mía" #instantblush ;)

Ahora en mis margaritas hay primavera eterna velada por los inviernos que se despiden con Sevilla y con tesis que se resisten a ser escritas, acompañada de las alergias que da el futuro y las luchas que hay que librar para conseguir que mi autonomía y la suya construyan un futuro, sí... uno solo... y que no puedo esperar a empezar a traducirlo en palabras.

¡Qué muchas cosas, qué muchas gracias que dar!

martes, 25 de enero de 2011

Sueño de un crepúsculo de otoño...


Ocho de la mañana de una noche larga del diciembre otoñal y abro un ojo sabiendo que dormiré más. Pienso que me faltas y te imagino a mi lado. Te respiro y te aprieto más hacia mí. Me imagino un beso, te imagino besándome. Me pongo boca abajo y vuelvo a soñar, pues durmiendo el tiempo pasa rápido y ya sólo quedan 4 días y un largo regreso a casa para que el resto de mi vida comience junto a ti.
A media vela, a medio crepúsculo invernal, te miro a los ojos y te vuelvo a decir: te quiero, quiéreme. Quiere quererme y no me sueltes nunca. Yo no dudo, nunca dudé. Me alegra saberte, haber conocido tu palabra dulce primero... pues no caduca, y así saber que en los embates de cualquier tormenta las hormigas nunca se comerán lo nuestro. Porque, aunque dulce, es duro y es fuerte.
Te quiero, te quiero con cosquillas debajo de la nariz y por las mariposas que se instalaron en mi ombligo desde que te leí en esas patitas de mosca que son las letras que me buscaron por twitter primero, skype... DMs, por ondas sonoras y capturas visuales que te acercan a mí y cancelan un Atlántico que amenaza absurdo pues sabe que no nos importa su presencia. El mar es el cuarto en la mesa, no el tercero en discordia. Junto a nosotros veo a Dios, lo siento de nuestro lado y en la cuarta silla de la mesa se pasean los problemas de uno en uno, de kilómetro en kilómetro, Dios los espanta porque nos conoce. Por eso no te grito, por eso no me gritas, por eso te preocupas porque no haya problema antes de acostarnos, cada uno en el huso que nos mece, y me preocupo porque el te quiero que te digo al cortar la línea virtual que nos pone en la misma habitación valga por todos los minutos que no voy a escucharte. Por eso te escribo estos no-versos, estas palabras, estas presencias que una a una quieren hacer un puente férreo hasta ti, hasta tu cama, hasta tus sueños y habitar contigo.
Te debía algo para leer... Aquí te lo dejo... Mientras tanto, te quiero y quiéreme que si no me marchito como la Margarita en invierno. Espero la primavera de tus brazos y el calor de tu mejilla.
Te adoro porque me llenas, llenas mi futuro de mis anhelos que ya no son míos sino nuestros.
Te espero más tarde, después de mis sueños, de mis logros y mis laureas, para revivirlos contigo contando las horas hasta nuestro encuentro. Hasta el encuentro en el que se unan tiempo y espacio y seamos uno... Seamos amores y seamos flor.
Esta mañana, quizás por el sueño, o porque escribo soñando, creo amarte, siento que te amo. Qué grande este comienzo, qué hermosa la canción que prologa nuestros caminos infinitos, ya destinados a unirse y a la espera de solaparse de una vez por todas.

Una foto vale más que mil palabras...